RECETA: GOSHÚA
En pleno verano y con ganas de darnos un merecido homenaje en el postre, queremos darte nuevas ideas para que disfrutes de sabores distintos y sorprendas a tus invitados con recetas sencillas y sabrosas. Hoy vamos a contarte cómo hacer goshúa (goxua en vasco).
La goshúa es un postre tradicional de la cocina vasca, que consta de 3 capas, una de bizcocho, otra de nata y finalmente otra de crema pastelera. Típico de la provincia de Álava, es un plato para todos los gustos que acabarás haciendo regularmente.
INGREDIENTES
Para la cremapastelera
1l de leche
800ml de nata
250g de azúcar
160g de harina de maíz
8 yemas
4 huevos
2 vainas de vainilla
Para el biszcocho y el relleno
Bizcochos de soletilla o sobaos (unos 16)
400ml de nata para montar
3 cucharadas de queso mascarpone
Azúcar moreno
Para el almíbar
1/2 vaso de agua
4 cucharadas soperas de azúcar
un poco de ron
ELABORACIÓN
Comenzaremos con la elaboración de la crema pastelera, que tendremos empezar con algo más de tiempo. Ponemos a hervir casi toda la leche junto con la nata y las vainas de vainillas abiertas en una cazuela. Lo dejamos en el fuego.
Por otro lado, mezclamos el azúcar y la harina de maíz en un bol y luego vertimos la leche que hemos reservado en el primer paso. Batimos todo hasta que la mezcla quede uniforme y sin grumos y añadimos las yemos y los huevos. Volvemos a batir todo hasta que nos quede una masa homogénea.
Una vez la leche haya empezado a hervir con la nata y las vainas de vainilla, la colaremos sobre la mezcla que hemos conseguido en el segundo paso. Batimos todos los ingredientes y los volvemos a poner en la cazuela a fuego lento. Removeremos poco a poco y esperaremos hasta que espese. Cuando tenga la textura de la crema, la colaremos de nuevo en un bol grande y la dejaremos enfriar en el frigorífico durante una hora.
Para el almibar pondremos ron, azúcar y agua en el fuego y dejaremos que todo hierva durante unos 3-5 minutos. Con este almíbar, vamos a bañar los bizcochos o sobaos y después cubriremos con ellos el molde del postre, con cuidado para que no queden huecos entre ellos.
Ahora que tenemos la base, nos ponemos con el relleno. Semi-montamos la nata, que tiene que haberse enfriado previamente, y añadimos el queso crema. Continuamos montándola hasta que esté terminada y cubrimos con ella los bizcochos en el molde. Metemos el molde con las dos capas en el frigorífico durante una hora para que el postre quede firme y estable.
Cuando todo este frío, ponemos la última capa de crema pastelera alisándola bien y…¡Ya tenemos nuestro postre! Podemos dejarlo en el frigorífico hasta que vayamos a consumirlo. Una vez lo hagamos, solo hay que echar una pequeña fina capa de azúcar moreno y quemarlo con un soplete. ¡Te va a encantar el resultado!